"En un momento dado de la vida, morimos sin que nos entierren. Se ha cumplido nuestro destino. El mundo está lleno de gente muerta, aunque ella lo ignore. " Goethe
Aunque dicen que nunca tenemos una segunda oportunidad para causar una primera impresión, hubo un momento en el tuve el privilegio de redescubrir un lugar al que mis pasos ya me habían llevado hacía tiempo. Una cantidad indeterminada de años, pero suficientes para que al volver, sintiese que yo no había estado nunca allí, que todo era nuevo y la piel volviese a erizarse, como entonces… mejor dicho, como ahora. Otro de esos lugares que la niebla del abandono borra de los mapas, otro montón de adobes que sepultan almas que un día hilvanaron vida, y un viento que recorre calles y se cuela entre esas casas desdentadas y renegadas a su desdichada suerte. Como moribundos son los pasos que uno da por esos lugares que cumplen una condena de alejamiento de la vida, de silencios profundos que se cuelan entre los muros de una iglesia, que un día albergo almas y oraciones, y hoy está preñada de ausencias y tristezas…